Análisis ‘The Last Of Us: Parte II’

Analizamos la secuela de uno de los juegos más aclamados de la última década y obra cumbra de la desarrolladora Naughty Dog: ‘The Last of Us’.

Título: ‘The Last Of Us: Parte II’
Desarrollador: Naughty Dog.
Distribuidor: Sony.
Plataforma: Playstation 4.
Fecha de Lanzamiento: 19 de junio de 2020.
Genero: Aventura / acción / sigilo / supervivencia.
Modos: Un jugador.

Ya lo dijo Confucio hace más de 2500 años: “Antes de empezar un viaje de venganza, cava dos tumbas”, y es que esa es la máxima que se cumple durante todo este apasionante viaje por el que nos ha llevado Naughty Dog a través de la secuela de su juego más exitoso (y se dice pronto viniendo de una desarrolladora que tiene el bagaje de haber creado y trabajado con sagas tan importantes y prolíficas como Crash Bandicoot, Jak and Daxter o la saga Uncharted). De hecho, recuerdo cuando hace ya siete años se lanzó la primera entrega de The Last Of Us que al principio lo cogí con un poco de incertidumbre. Nunca he sido un fan muy apasionado de los juegos de infiltración y/o sigilo, me suele gustar más la acción directa que nos presentaban otros juegos como Gears of Wars o el anteriormente nombrado Uncharted, pero cualquier prejuicio que pudiese haber tenido con el primer juego cambió después de haber jugado a su maravilloso prólogo (sí, ahí aún no se veían las mecánicas de sigilo e infiltración del juego, pero es que el prólogo te deja tan absolutamente marcado, y roto, que te da igual el tipo de juego al que te fueses a enfrentar desde ese momento: querías jugarlo sí o sí.

Y tras ese prólogo maravilloso, todo lo que vino después fue más maravilloso aún. Creo que a poca gente no habrá enamorado el primer juego de la saga después de haberlo jugado. Y eso, a pesar de ser un juego que logra transmitir al jugador de todo menos alegría. Para que me entendáis: por ejemplo con series como The Walking Dead nos presentan un mundo post-apocalíptico donde la civilización se ha ido a la mierda y sacan lo peor del ser humano, pero sin embargo nunca logran llegar a transmitir esa sensación de vivir en un mundo totalmente depresivo y descorazonador de la manera en la que lo logra transmitir este juego. Y es ahí donde está la mayor virtud del primer juego, ya que encarnamos a un personaje, Joel, al que la vida le ha dado una hostia tras otra, sin parar, por si no fuera poco con vivir en el mundo que le ha tocado vivir. Y no se quita la vida porque no encuentra el valor suficiente para hacerlo, pero solo quiere seguir adelante a duras penas. Y es ahí donde entra el personaje de Ellie y Joel logra, por fin, encontrar una razón para vivir.

El primer The Last Of Us se sostenía completamente sobre la relación Joel-Ellie. Era alucinante la simbíosis que formaban ambos personajes. No había momento aburrido en el juego cuando ambos estaban juntos, porque funcionaban tan bien que daba igual que estuvieses en un edificio infestado con chasqueadores, carroñeros, etc… o simplemente entrando en una casa en ruinas mientras saqueabas los recursos que encontrabas. En todo momento era maravilloso ver como interactuaban entre ellos, especialmente Ellie, que se comportaba como la adolescente que era, cotilleando por todos lados, haciendo preguntas tontas de todo tipo o contando chistes malos (muy malos) con los que costaba no esbozar una sonrisa.

En general, la primera parte era redonda de principio a fin. No le faltaba nada, ni tampoco le sobraba nada. Funcionaba perfectamente incluso como historia autoconclusiva. ¿Era necesaria una secuela? Bien, muchos dirán, y con razón, que la historia podría haberse quedado así tal cual. Lo cierto es que funcionaba bien, no hacía falta (si querían) expandir la historia. Pero lo cierto es que tras vender 20 millones de copias del juego, que se dice pronto, era inevitable que terminase ocurriendo. Y la verdad es que, aunque soy de la opinión de que el primer juego cerraba de una manera maravillosa todo el viaje de Joel y Ellie, esta segunda parte, con sus errores (porque sí, adelanto que no supera a la primera parte), era totalmente necesaria.

No quiero tocar demasiado la historia para no desvelar ninguna sorpresa, pero el setting inicial de la historia es bastante simple: Joel y Ellie viven ahora, varios años después de los hechos ocurridos en el primer juego, en un asentamiento en Jackson, Wyoming. Viven felices, dentro de todo lo que se puede esperar de un mundo así, y parecen haber encontrado su lugar, pero algo que ocurre prácticamente en el prólogo de la historia hará que Ellie termine embarcándose en un viaje de venganza que la llevará hasta el extremo. Y como decía al principio, la venganza es una espiral que difícilmente tiene fin y que puede hacerte perder absolutamente todo, y de eso trata todo el juego de principio a fin.

¿Es la trama de esta segunda entrega mejor que la de la primera parte? Es difícil decirlo. Se me antoja complicado decir que sí, y quizás con el tiempo así lo vea, pero ahora mismo diría que no. ¿Funciona? Sí, maravillosamente bien, pero quizás el factor sorpresa ya se ha perdido. Y me explico: El primer juego, como decía antes, lo cogí sin demasiadas ganas. No esperaba encontrarme con la maravilla que me iba a encontrar. Quizás por eso el impacto fuese mayor. Con este ya íbamos avisados de que nos íbamos a encontrar y es por eso que no sorprende tanto. De todas formas, me parece que es una gran historia y que está contada bastante bien (aunque tiene sus problemas, de los que luego hablaremos) y además han hecho algo que no esperaba: arriesgar. No voy a decir con qué, aunque lo entenderéis cuando llevéis unas 14-15 horas de juego, pero no se me pasaba por la cabeza que se atreviesen a hacer algo tan atrevido (aunque no es algo novedoso, ya se vio algún que otro juego famoso que… no nombraré porque sino será bastante obvio lo que ocurre) que ayuda a entender mejor el tipo de mundo en el que le ha tocado vivir a Ellie, donde las cosas no son binarias y pueden tener más factores que el ser bueno o malo. No todo es como parece y me ha parecido maravilloso como hasta cierto punto nos hacen cuestionarnos las acciones de la protagonista.

Tanto técnica como artísticamente (y hago especial hincapié en esto último) el juego es absolutamente sublime. Resulta apabullante desde el primer momento (más aún si podéis disfrutarlo en una pantalla con HDR). El juego supera ampliamente lo visto en cualquier otro juego de PS4 como Horizon: Zero Dawn, por ejemplo, pero donde destaca por encima de todo es en su plano artístico. Es realmente increíble como está desarrollado el mundo post-apocalíptico que se nos presenta en The Last Of Us. Ves vídeos de la ciudad de Seattle y los comparas con localizaciones del juego y están recreados de una manera absolutamente perfecta.

El sonido también cumple de manera sobresaliente, más aún si puedes jugar con un buen sistema de sonido con varios altavoces posicionales que te servirán de ayuda para poder localizar a los enemigos (especialmente a un tipo de enemigos que solo se comunica por sonidos y no hablan apenas). Y la música… ¿qué decir de la música de Gustavo Santaolalla? es una partitura tan simple y minimalista como perfecta para este juego. Hay ocasiones en las que la música puede no estar a la altura u otras donde sean incluso superior a lo que vemos en pantalla, pero en este caso (y ya ocurría en la primera parte), logran un equilibrio perfecto en todo momento.

El doblaje (y las actuaciones) es totalmente sublime también. Logran transmitir perfectamente lo que sienten los personajes en todo momento. El juego viene perfectamente doblado al español, aunque en mi caso preferí, como con la primera parte, jugar en su versión original.

En cuanto al gameplay, todo, absolutamente todo, está mejorado al máximo. No hay nada disruptivo, todo es realmente continuista, pero funciona de una manera tan increíblemente fluida que a veces nos sorprende por la cantidad de posibilidades que hay. Los escenarios son ahora más abiertos que en la primera parte, algunos más enfocados a la exploración y otros más al combate estratégico. No esperéis tampoco algo demasiado grande en este aspecto, pero al menos las posibilidades son mayores que en la primera parte que si podía pecar un poco de ser algo pasillera, por así decirlo. El componente estratégico en esta segunda parte es mayor, ya que hay muchos más peligros (más por parte de los humanos y los medios con los que cuentan que con los infectados), pero el diseño de los distintos niveles está tan bien realizado que es una auténtica gozada el ir planificando los ataques.

Si es cierta una cosa: En esta secuela el componente de sigilo se ha perdido un poco. Sigue estando ahí, desde luego, pero si conocemos bien el escenario y somos ágiles podemos convertirnos en una mezcla de Rambo y John Wick que, si bien es maravillosa en ciertos momentos y hasta satisfactoria por la brutalidad de las animaciones y su fluidez, pierde en parte la esencia de lo que era el primer The Last of Us.

Esto último puede sonar como algo negativo, pero realmente no lo digo en ese modo. Es cierto que es distinto, pero también tenemos que tener en cuenta que en el primer juego manejábamos a Joel, que era un auténtico tanque pero que ya tenía una edad que le limitaba en ciertas cosas, mientras que aquí tenemos muchísima más agilidad para realizar todo tipo de acciones. Lo que pierde en algunas cosas las gana en otras, eso ya depende del gusto de cada uno si prefiere un juego más enfocado a la acción o más al sigilo (con los distintos niveles de dificultad el juego se vuelve muchísimo más exigente y debemos recurrir más a ser sigilosos, todo hay que decirlo).

El mayor problema que tiene este juego es el ritmo. Es algo que ya noté en la cuarta entrega de Uncharted y es algo que deberían revisar en Naughty Dog. En el primer The Last of Us lograron un equilibrio tan perfecto que no había problema de ritmo en ningún momento. Había momentos en los que no ocurría realmente nada, no había acción, no había enemigos de ningún tipo ni nada, pero sin embargo disfrutabámos muchísimo viendo la simbiosis tan perfecta que conformaban Joel y Ellie. Aquí, por desgracia, eso se ha perdido. Hay muchísimo tiempo en el que llevamos al personaje sin ningún tipo de acompañante y simplemente nos dedicamos a «deambular» (es un poco exagerado, lo sé) sin más. Da la sensación, no de que hayan querido alargar el juego artificialmente, por así decirlo, sino de que no hayan medido del todo bien este aspecto. Y es una pena, porque aunque me parece un juego de sobresaliente, creo que si hubiesen pulido esos aspectos les habría quedado un juego de matrícula de honor como fue el primero.

Tengo un problema con la secuela y creo que no es algo personal sino que debe ser generalizado: el tándem Joel-Ellie era una mezcla tan perfecta, tan bien escrita, que pocas veces he disfrutado tanto viendo a dos personajes interactuar juntos. Puede sonar exagerado, ya que son palabras mayores, pero por ejemplo sentía eso mismo cuando veía a Tony y Carmela Soprano en su serie. Aquí, como hablaba anteriormente, eso se pierde en gran medida (aunque hay momentos que son maravillosos y logran llegar a tocarte en lo más profundo). Y no es que los nuevos personajes sean malos, porque de hecho hay muchos que me han encantado, pero no logran esa simbiosis tan maravillosa que nos dejó anonadados en el primer juego.

Así con todo, no es un juego perfecto, tiene sus fallos, y es bueno que se diga para que en próximos juegos (o entregas, quién sabe si veremos más de este mundo) sepan pulir esas pequeñas cosas en Naughty Dog, pero es un juego que todo amante de los videojuegos debería jugar. Y si aún no has probado la primera entrega, además de decirte que te envidio, ya que me gustaría poder vivir esa sensación de nuevo, ya estás tardando en ponerte con ambos juegos, porque vas a recordarlos siempre una vez que los juegues.

About Dehparadox

Adoro el cine (Asiático, Occidental, thrillers, dramas, cine negro, acción, entretenimiento... mientras sea bueno me da igual el genero), adoro las series de TV (aunque odie la TV por lo que es actualmente), adoro los videojuegos, adoro leer... Eternamente peleado con los doblajes, algo con lo que jamas podre llevarme bien.

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One comment

  1. Buen análisis. Se ve que te lo has currado.

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