Después de cuatro días de buen cine, el Festival de Sitges sufre un pequeño bajón en su quinta jornada. Hoy ha sido el día de películas de ritmo lento, pausadas, algunas de ellas profundamente aburridas. Es el caso de la cuestionable Only God Forgives, de Nicolas Winding Refn, ascendido a los cielos por una masa de fans que defienden cualquier mínimo detalle de las películas de su director favorito. La película no solo es aburrida, sino que es presumida, altiva, vacía y con ausencia de discurso, a pesar de fingir que está narrando la historia más trascendental de la historia de la humanidad. Ryan Gosling vuelve a actuar con cara de muerto, indicación expresa del director danés. Es lo que ocurre cuando las alabanzas desmedidas hacia un film que estaba bien, como era Drive (2011), se convierten en cartas de amor de un estilo hueco y pobre, aunque esté perfectamente iluminado. La película se llevó tanto abucheos como aplausos, e imagino que esto a Winding Refn le divertirá tanto que irá a gastarse la pasta de su salario en neones y un karaoke.
Otra que causó opiniones de todos los colores fue la canadiense Enemy, de Denis Villeneuve. La película está basada en la novela de José Saramago, El hombre duplicado, que trata sobre la paranoia de un hombre cuando descubre a otro con un aspecto físico idéntico a él. A pesar de una gran interpretación (doble) de Jake Gyllenhaal (que bien le vendría volver a hacer Zodiac, ahora que ha demostrado estar capacitado para llevar el peso de una película él solo, no como entonces), el ritmo cansino, la mala utilización de la música y las estúpidas reacciones de los personajes ante los conflictos que se le plantean, convierten el film en una broma de mal gusto. Un final profundamente enigmático no es suficiente para justificar noventa minutos pretenciosos y sosos.
A Field in England, lo mismo. División de opiniones, elogios, desbandada en la sala, bostezos, etc. Tenéis la crítica en esta misma web, donde extiendo mi opinión, pero me parece un film valiente, arriesgado y sin miedo a modificar la narración convencional del relato en favor de la importancia de la imagen como mensaje. Película para ver en cine, muy concienciados de que es una propuesta difícil y exigente, pero con unos resultados finales viscerales y originales.
Wrong Cops, del siempre polémico Quentin Dupieux, The Demon’s Rook, de James Sizemore, Real, de Kiyoshi Kurosawa, Leviathan, de Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel (documental puro que merecería un visionado, aunque solo fuera por conocer un nuevo estilo de documental) o Hellbenders 3D, de J.T.Petty, fueron algunas de las películas más concurridas durante el día de hoy.
Además, Alex de la Iglesia ha protagonizado una masterclass donde ha declarado que venir a Sitges es sentirse como en su propia casa y ha destacado la necesidad de que la producción, distribución y exhibición cinematográficas encuentren nuevas formas de articulación en el Estado. Alex Van Warmerdam, que ayer recibía el Premio Máquina del Tiempo, ha presentado hoy su película Borgman. Por su parte, el director del Festival Internacional de Cinema d’Autor de Barcelona, Carlos Rodríguez, ha visitado Sitges para presentar el Catálogo de cine de Autor de Barcelona.