Breaking Bad – 5×04: ‘Fifty-One’

SKYLER Y EL CÁNCER, RETORNO AL PASADO

Walt celebra un nuevo cumpleaños; Skyler contempla sus opciones, mientras que un asociado hace que la estrategia de negocios de Walt y Jesse tome un nuevo giro..

Ficha Técnica

Serie: Breaking Bad
Temporada: 5
Capitulo Nº: 4
Titulo Capitulo: Fifty-One
Fecha de Emisión: 05/08/2012

Sinopsis

Walt celebra un nuevo cumpleaños; Skyler contempla sus opciones, mientras que un asociado hace que la estrategia de negocios de Walt y Jesse tome un nuevo giro..

Crítica

Un episodio más. Un episodio más cerca de la autodestrucción de Walter White. Un episodio más cerca de un final sangriento. Un episodio más cerca de presenciar una auténtica tragedia griega. Un episodio más demostrando ser la serie y el reparto más en forma del panorama actual. Y es que ya conocemos la fórmula del éxito de Vince Gilligan y su excepcional equipo de guionistas. Madurar las tramas a fuego lento durante los primeros episodios para hacerlas explotar sin descanso en los últimos. Y esta quinta temporada no es la excepción. En esta ocasión «Fifty-One» ha supuesto un retorno sin concesiones al pasado, con infinidad de puntos de unión del presente con las primeras temporadas. Donde cualquier otra serie hubiera hecho un simple episodio de recopilación o flashbacks, aquí vemos como mediante objetos, conversaciones y detalles mínimos podemos encontrar conexiones entre ambos espacios temporales con la intención de comparar, analizar y juzgar. Es verdaderamente encomiable como los guiones parecen realizados con escuadra y cartabón, como cosas de la primera temporada siguen teniendo su incidencia en tramas de la quinta, como nos obligan a exprimirnos el cerebro para guardarnos ciertos detalles por el simple hecho de que nos parezcan «utilizables» en posteriores argumentos. Como ya dije en mis críticas anteriores, Gilligan no conoce el significado de «episodio de transición» puesto que, incluso en aquellos que no revelan gran cosa, se hayan escondidos secretos fundamentales que serán usados como arma narrativa en el futuro. Este episodio abarca 2 tramas fundamentales: El avance en la investigación de la D.E.A. y la relación Skyler-Walt, siendo esta última el epicentro de todo.

Y es que ya echábamos de menos un episodio como los de antes, con la familia, los recuerdos y las conversaciones como parte fundamental de la narración que tanto se daban en la temporada 1 y 2. Lógicamente, cuando más violento y enrarecido se iba poniendo el ambiente, esto más se iba perdiendo, en favor de las drogas, el cártel y el dinero. Es también un episodio de personajes y actores, donde se deciden los premios y vuelven a demostrar su calidad interpretativa (no solo ya el inconmensurable Cranston sino todos y cada uno de ellos). Skyler sigue muerta de miedo, por lo menos al comienzo del capítulo, y no sabe como sacar a sus hijos de un entorno violento y sanguinario, según su parecer. Heisenberg, por su parte, parece más feliz que nunca. Ha vuelto a casa por su cuenta y riesgo, mantiene una excelente relación padre-hijo con Walt Junior, no se despega de la pequeña y tiene marcado su espacio con Skyler. Vive su vida familiar como si no hubiera ocurrido nada y Skyler sigue anclada en un pasado demasiado doloroso. Permanece atada al recuerdo de su Walter White, aquel que era honrado, cariñoso, buen padre y decente. No puede tirar ni para alante ni para atrás y su estado natural es el de shock, actualmente. El Walter White que conocía murió hace tiempo, semanas atrás, tratando de luchar por su vida y de ganarle la sangrienta partida de ajedrez a Gustavo Fring. Cada día queda más claro que este es Heisenberg y por si quedaba alguna duda, la escena pre-créditos nos las despeja todas. Está harto de ganar como un gangster y vivir como un cualquiera por lo que no solo se compra un coche acorde a sus emolumentos, sino que regala otro a su hijo. Lejos ha quedado ya la preocupación por las apariencias y las justificaciones. Va a vivir lo poco que le queda de vida a su manera y, si es posible, a toda máquina.

El deshacerse del coche no es solo un acto material, sino un acto regeneracional. Es decir, lo que motiva que Heisenberg se cambie el coche es volver a encontrar su sombrero negro. Lejos de parecer un detalle insulso, es todo lo contrario. Walt creó a Heisenberg y con él un estilo nuevo, diferente, más agresivo, más acorde con el mundo delictivo en el que empezaba a integrarse. Ese sombrero, más su ropa totalmente negra a lo Johnny Cash con sus gafas de sol, supuso en su día la representación física de su mutación mental. Cada vez que necesitaba sentirse poderoso, recurría a él como un cristiano a la cruz de Jesús. Eso, unido al comentario del técnico sobre una sustancia pegajosa adherida a la parte delantera del coche de un golpe anterior (en clara referencia al «Half Measures» donde Walt salva la vida de Jesse atropellando a dos soldados de Gus), terminan por convencer a Heisenberg de que ya es hora de que viva su vida como lo que es: un criminal. Por lo tanto, la referencia indirecta a «Half Measures» y la recuperación de su sombrero son las dos primeras piezas de conexión con el pasado de la serie, en este enorme y complejo puzzle. De forma más comedida, también se produce cierto avance en la investigación de la D.E.A. contra el imperio de Gus Fring. La detención del hombre de confianza de Lydia, le adentrará en una profunda crisis emocional y paranoia que le lleva a tomar una mala decisión: intentar engañar a Mike haciéndole creer que la D.E.A. ha colocado dispositivos GPS en los barriles «de la abejita», como diría Jesse. Está asustada y no sabe como quitarse a Mike de encima, que la pilla enseguida y decide liquidarla. Pero Heisenberg, como Jesse, no está de acuerdo y así, aparte de lograr que no se pare el negocio, consigue apuntarse otro tanto con Jesse en su lenta pero segura manipulación de la mente de su socio.

Pero si este episodio será recordado por algo lo será por la brillante escena de la piscina (jodido Hank y sus graciosos comentarios sarcásticos) y la posterior discusión entre Heisenberg y Skyler. La familia (es decir, Heisenberg, Skyler, Junior, Hank y Marie) se reúne para celebrar el 51 cumpleaños del ex-profesor de química y la supuesta felicidad por dicha celebración da paso a la tensión y el terror. La tercera conexión con el pasado es la reunión entre ellos, como hace tiempo, recordando a cuando Walt anunció que tenía cáncer y las lágrimas de sufrimiento de Skyler. En esta ocasión, tampoco son tiempos felices. Hank y Marie conocen la infidelidad de Skyler (gracias a la enferma mente de Heisenberg) y se encuentran realmente incómodos allí. Pero en un momento dado, Heisenberg, recordando más que nunca a Walt, empieza a recordar aquellos tiempos donde su mujer le ayudaba a superar su enfermedad, donde no se despegaba ni un segundo de su marido, donde la inocencia todavía habitaba en la casa de los White. Skyler, muy tocada psicológicamente, no es más fuerte que ese recuerdo y se sumerge poco a poco en la piscina, totalmente ida, para ahogarse. Dejando de lado lo trágico de la escena, he de decir que la combinación de la imagen de Skyler con la mirada perdida entrando en la piscina, con las palabras de fondo de Heisenberg, me parecen una auténtica obra de arte, una maravilla en cuanto a composición y desarrollo. Visto lo que ha acontecido después, creo que hemos presenciado el «bautizo» de una nueva Skyler, más guerrera, consciente y luchadora que nunca en su afán por conseguir librar a sus hijos de su padre. Ella está dispuesta a sacrificarse como un kamikaze por el bienestar de sus hijos, dando su vida si fuera necesario y, por eso, en la conversación venidera hemos presenciado una de las mejores frases de la historia de la serie: «Solo me queda esperar a que el cáncer vuelva».

Así es, la nueva Skyler tiene claro que no le pueden ayudar ni la policía, ni Hank-Marie ni huir. La única escapatoria 100% segura es que su marido muera fruto del cáncer. Heisenberg está probando su propia medicina ya que, desde que emprendió su triunfal carrera de cocinero de cristal, su máxima ha sido el extremismo. A veces obligado, a veces provocado, siempre ha formado parte de él en este último año. Y Skyler sabe que solo así conseguirá la paz sin perder el dinero de la droga, ni involucrar a su familia o a Ted Beneke. Es consciente de que jugar al ajedrez mental con Heisenberg es imposible, pues ni siquiera el dueño de los Pollos Hermanos (gran apunte de Skyler cuando Heisenberg le dice que ha eliminado al peligro, Gus, contratacando con un «¿no eras tú el peligro?» en otra conexión con el pasado de la serie) pudo ganar. Mientras tanto, se aventura una encarnizada lucha entre ambos que podría desembocar en un fatal desenlace para Skyler. La cuenta atrás para la aparición del cáncer ha comenzado (ya sabemos que en su 52 cumpleaños, solo y en otro estado, volverá a tomar medicación), como simboliza ese genial último plano del reloj y, a juzgar por el sonido final, parece que ese camino va a estar lleno de muerte, destrucción y sufrimiento. Podría ser ya lunes 13, ¿no?

Promo del próximo capitulo, Dead Freight

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2 comments

  1. ya he visto el capítulo y NECESITO saber cómo se llama la cancion que suena al principio, cuando cambia de coche y por fin le compra el dodge a junior!

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