Juego de Tronos – 4×01: ‘Two Swords’

Tyrion da la bienvenida a un invitado a Desembarco del Rey. En el Castillo Negro, Jon Snow se encuentra en una situación desagradable. Daenerys se dirige a Meereen, la madre de todas las ciudades de esclavos. Arya se encuentra con un viejo amigo.

Crítica:

Rara vez suele defraudar ‘Juego de Tronos’, y a pesar de que el final de su tercera temporada fue un poco descafeinado (que no malo) debido a que el plato fuerte de la temporada se nos sirvió en el noveno episodio dejando un décimo y último más tranquilo y sosegado, la expectación por una nueva temporada, nueve meses después, eran más que intensas, aunque creo que peor es la espera de aquellos que estamos al día con los cinco libros hasta ahora publicados, y que esperamos, quién sabe para que década, o siglo, la publicación del resto.

Este primer episodio de la cuarta temporada no ha defraudado en absoluto, y de hecho la primera escena que hemos visto es una de las mejores del mismo. Han sabido elegir a la perfección una escena que sin necesidad de palabra alguna, dijese tanto. Ver a Tywin Lannister fundir la espada Hielo, el último vestigio del caído Eddard Stark representa sin duda alguna la victoria final de los Lannister sobre sus rivales del Norte, y todo ello mientras de fondo suena majestuosamente “Rains of Castamere”.

Pero no es oro todo lo que reluce en los Lannister, tal y como vemos en la piel de Jaime, quién se ve repudiado primero por su padre, y posteriormente por su hermana y amante. Lo del padre era predecible, ¿Lo de su hermana? Bueno, hablamos de la mujer con más mala hostia de los siete reinos, por lo que tampoco me sorprende en absoluto. Quizás el desprecio que más duela a Jaime sea el de su sobrino, o mejor dicho hijo, Joffrey, quién se burla de el por haber sido capturado y posteriormente mutilado. Y aún quedaba hueco para algo más de desprecio hacía Jaime, ya que Brianne no para de recordar la promesa que le hizo a la malograda Catelyn Stark. Esto último hace tiempo quizás habría sido lo que menos importase a Jaime, ya que era alguien de dudoso honor, pero puede que todo lo que le ha ocurrido, lo que le está ocurriendo y lo que le queda por pasar hagan de el una persona diferente, con cierto honor, a pesar de seguir siendo un Lannister (Siempre he mantenido que en esta serie no hay ni buenos ni malos, aunque sin duda los Lannister no son precisamente inocentes de muchas cosas).

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Sin salir de King’s Landing, tenemos la presentación de la que será sin duda una de las grandes sorpresas de esta temporada, el príncipe Oberyn de Martell. Ya era hora de conocer un poco más al reino más desconocido hasta ahora de Poniente, y que vivía un poco alejado del resto debido a lo ocurrido cuando masacraron a los Targaryen, incluidos los hijos, aún bebes, del principe Rhaegar y la princesa Elia, que en este caso eran los sobrinos de Oberyn, que parece dispuesto a acabar con todos los Lannister que participaron en la violación de su hermana y en el asesinato de sus bebes. Las motivaciones de este personaje son suficientemente fuertes de por sí, pero ya vemos en sus primeras escenas como no teme en absoluto a los Lannister. Puede, y dará bastante juego, y más aún en estos momentos en los que la boda de Joffrey y Margaery es tan inminente.

Tyrion por su parte se encuentra un poco perdido entre varias aguas. Por un lado no encuentra la forma de consolar a su esposa Sansa, quién llora desconsolada por la muerte de su familia (desconoce que ha ocurrido con Bran, Arya, Rickon o su hermano bastardo), y por otro lado no es capaz de lidiar con Shae, su verdadero amor, que está claramente desesperada por no poder estar junto a el.

Poco más que destacar de King’s Landing, más allá de la inminente boda anteriormente comentada, y como Olenna continua aconsejando a su nieta Margaery de cara a la misma. ¿Aconsejando o adoctrinando para que entre en su juego? Habrá que esperar para verlo, pero si hay alguien que sabe jugar al “Juego de Tronos”, esa es precisamente Olenna.

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Por el norte, y cerca del muro, vemos a una Ygritte que parece totalmente afectada por lo ocurrido con Jon Snow, el cual es cuestionado por varios “hermanos” sobre su lealtad a La Guardia de la Noche. Es Eamon el que deja claro al resto que el chico está siendo sincero, a pesar de haber roto sus votos hacía la hermandad. ¿Harán sus casos a las advertencias sobre la amenaza que se cierne sobre ellos? Más les vale, puesto que de eso depende sus vidas.

La aparición de los Thennitas nos da a entender que el asedio al Castillo Negro por un lado, y al muro por otro, es bastante inminente. No sabemos como reaccionara el resto ante ellos, más aún si tenemos en cuenta lo mismo que hablan en el “consejo” de La Guardia de la Noche, donde recalcan que los salvajes no son capaces de mantenerse juntos y en paz debido a las distintas disputas entre ellos, algo que Mance Rayder logro apaciguar, pero en este lado del muro están por su cuenta ambos grupos.

Por su parte Daenerys continua su travesía a través de la bahía de los esclavos. En esta ocasión va camino de Meereen, con el fin de conquistarla tal y como haría con las anteriores, pero tal y como le indica Daario Naharis no le será tan fácil esta vez, y para ello deberá conocer la tierra que quiere conquistar para que sus habitantes puedan verla como la madre (Mhysa) que otros ven. Poco más que destacar por aquí, además de ver cada vez más grandes a los dragones (y respondones incluso con su propia madre), o el cambio de actor de Daario Naharis, interpretado en esta temporada por el holandés Michiel Huisman, a quién ya hemos visto en series como ‘Treme’ o ‘Nashville’.

Pero para mi, la mejor parte del episodio, junto a la fundición de Hielo, ha sido al final, cuando el Perro y Arya encuentran a Polliver y sus compañeros en una taberna y Arya recuerda que el fue el que mato a su amigo Lommy. A pesar de que sabíamos como iba a terminar (hubiésemos leído el libro no, ya que la tensión estaba en el ambiente), lo mejor ha sido, aparte de ese “Fuck the King!” por parte del menor de los Clegane, el ver como Arya es consciente de lo que le ha ocurrido y de lo que quiere ser en un futuro, acabando sin piedad alguna con Polliver, tal y como el hizo tiempo atrás con Lommy.

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En general, ha sido un buen inicio de temporada. Quizás hemos sabido poco de algunos personajes, nada de otros, pero ya sabemos como son los inicios de temporada, y más cuando todo está tan diseminado como en esta serie, con personajes en multitud de sitios, y en casi todos, por no decir todos, ocurriendo cosas de manera simultanea.

Como ya he comentado anteriormente, mi momento preferido ha sido el de Arya, aunque también me quedo con el inicio de Tywin, o con Jon Snow, mostrando quizás por primera vez que tiene dotes de liderazgo y que no está dispuesto a ser uno más, siendo capaz de hacer lo que sea necesario por sus hermanos de la Guardia de la Noche, aunque eso signifique romper sus votos.

Tampoco hay demasiado que destacar más allá de lo visto, ni se pueden hacer demasiadas elucubraciones con lo que nos han mostrado por ahora. Ya habrá tiempo de ello. Por ahora ya se han colocado varias piezas en el tablero, ahora solo queda ver donde se colocan las restantes, y que empiece el verdadero ‘Juego de Tronos’.

P.D.: Matizar que habiendo leído ya toda esta parte en los libros cuesta mucho más el hacer una valoración o crítica de lo ocurrido, ya que soy totalmente consciente de lo que viene a continuación y al valorar lo que hacen unos y otros en la serie siempre queda la tentación de contar lo que viene a continuación, quizás no para hacer ningún tipo de spoiler conscientemente, sino para que se entienda el porque hace eso.

Promo del 4×02: ‘The Lion and the Rose’

About Dehparadox

Adoro el cine (Asiático, Occidental, thrillers, dramas, cine negro, acción, entretenimiento... mientras sea bueno me da igual el genero), adoro las series de TV (aunque odie la TV por lo que es actualmente), adoro los videojuegos, adoro leer... Eternamente peleado con los doblajes, algo con lo que jamas podre llevarme bien.

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2 comments

  1. Siento corregir: Príncipe Rhaegar y princesa Elia, y sus bebés, son sobrinos de Oberyn, no nietos. Por lo demás, de acuerdo, buen inicio de temporada. El segundo seguro que mucho mejor…

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