‘Person of Interest’ se despide a lo grande

Aunque en esta entrada no voy a destripar con pelos y señales el final de la serie si que hay spoilers lo suficientemente importantes como para recomendar su visionado completo antes de que se continue leyendo.

Mis primeras impresiones con Person of Interest cuando comenzó la serie allá por 2011 no pudieron ser peores. Nos encontrabamos con una serie que en su inicio no supo explotar correctamente su potencial y basaba cada episodio en unos casos autoconclusivos que hacían de ella una serie procedimental más. Sin embargo, con el paso del tiempo y especialmente con la llegada de Amy Acker en el papel de Root todo cambio de una manera espectacular, llegando a convertirse en una de las series más entretenidas del momento, la cual ha sabido ir a más hasta cerrar de una manera realmente magistral.

El gran problema de Person of Interest en sus inicios fue la falta de variedad. Cada episodio tenía una estructura similar, donde todo se repetía constantemente solo variando pequeños detalles, lo que daba una sensación de repetición constante que no ayudaba a nada al desarrollo de la serie. Sus personajes apenas evolucionaban, siempre era lo mismo, y en cierto momento llegué a abandonar la serie y no la retomé hasta que terminó la primera temporada, cuando decidí darle una última oportunidad para ver si había mejorado en algo, y lo hizo.

La inclusión del personaje de Root supuso un antes y un después en la serie, y desde su llegada todo cambio en el desarrollo de la serie. Si bien se mantuvo durante todas sus temporadas la estructura de historias autoconclusivas en la gran mayoría de sus episodios, supieron darle un enfoque totalmente diferente, haciendo que esas historias se integraran de manera perfecta dentro de la mitología interna de la serie. Desde la segunda temporada pudimos ver como se enlazaban de manera perfecta las historias de las distintas “facciones” que se enfrentaban en la serie, enlazandose como decía anteriormente con las historias autoconclusivas que veíamos en cada episodio, y quizás eso es lo que ha logrado que la serie sea tan entretenida y dinámica en el momento en el que los guionistas se soltaron las ataduras y dieron vía libre a la historia. A pesar de ello, la historia puede pecar de ser inverosimil en muchos aspectos, pero no creo que debamos ver eso como algo negativo en esta ocasión ya que el argumento se presta a ello y podemos perdonar perfectamente muchos aspectos que en otras series serían criticados pero que aquí no creo que deban serlo.

Al fin y al cabo, Person of Interest no ha pretendido ser ni mucho menos una serie con un enfoque realista sobre la inteligencia artificial y los dilemas morales que pudieran suponer la implementación de un sistema como este. No busca un enfoque realista como si hacía la maravillosa The Wire, pero aún así ha logrado mostrarnos las consecuencias que podría tener un sistema como este al mando de gobiernos que piensan más en sus intereses que en los intereses de las personas.

Tampoco ha tenido un enfoque realista en sus escenas de acción, más dignas en ciertos momentos de una película de superheroes de bajo presupuesto que de una película o serie de acción realista, pero que ha funcionado de maravilla. Al principio podía chocar ver como John, Root, Shaw y demás escapaban tiroteo tras tiroteo sin ser alcanzados por una misera bala cuando se exponían de manera abierta a ello, pero con el tiempo nos acostumbramos y no hacíamos más que disfrutar con cada tiroteo donde John no hacía más que destrozar rodilla tras rodilla de sus enemigos a base de balazos. Mención especial a la persecución del episodio 100 donde veíamos como un cañón con unas balas de un calibre que podrían destrozar un coche completamente no hacían ni un rasguño al coche de Root y Finch, algo que en otra serie podría quedar muy cutre pero que aquí nos encantaba sin duda alguna.

La evolución tanto de los personajes como de la trama dentro de la serie ha sido magnífica desde que los guionistas empezaron a dejarse llevar por el potencial que tenía la trama que presentaban, y sin duda si hubiese que destacar a alguien para valorar la gran evolución que han tenido todos, hablaríamos de Root. Cada escena, cada trama en la que Amy Acker y su personaje de Root estaban involucrados daba un valor añadido a la serie, tanto que otros grandes personajes como Shaw no habrían sido lo mismo de no haber estado ella, ya que el otro personaje que más ha evolucionado ha sido precisamente el interpretado por Sarah Shahi, pero toda esta evolución no se habría producido en ningún momento de no ser por lo que le influyo el personaje de Root.

De los tres personajes que han aparecido durante todos los episodios de la serie, Finch, Reese y Fusco, ha sido el primero al que mejor hemos visto evolucionar ya no solo desde el espacio temporal en el que se desarrolla toda la trama, sino desde el pasado con multitud de flashbacks que nos han valido para entender las motivaciones que le llevaron a crear la máquina en primer lugar y todo el impacto que tuvo en su vida. Reese tuvo un tratamiento algo parecido, aunque la información sobre su pasado se nos ha ido dando prácticamente con cuentagotas y hasta prácticamente el último segundo de la serie no hemos descubierto demasiado sobre él. También es verdad que es el personaje más reservado (junto a Shaw) de todos, pero aún así no creo que haya nadie que haya podido terminar defraudado por el trabajo de Jim Caviezel encarnandolo.

Fusco ha quedado relegado en casi todo momento al papel de “chistoso” y en ciertos tramos de la serie parecía que estabamos viendo una “buddy-movie” con él, pero no ha dejado de tener sus buenos momentos y sobretodo ha demostrado una gran evolución puesto que al principio teníamos a un policía totalmente corrupto que solo pensaba en si mismo y como le dijo a Reese en el último episodio cuando creía que iba a morir: “Has hecho de mi una persona mejor”, y eso se ve perfectamente reflejado en su actitud, a pesar de que en muchas ocasiones estuviese más al margen de lo que realmente ocurría con la máquina y con Samaritan, más por su seguridad que por otra cosa.

Del resto de personajes, Taraji P. Hanson como la detective Joss Carter no me terminó de convencer en sus inicios, aunque pienso que fue más un problema de lo que comenté al principio, que la serie tardó en arrancar correctamente, puesto que uno de los momentos más trágicos y trascendentales de la serie se produjeron con su muerte, y fue una pena que no pudiesemos verla en esa especie de flashback que vivimos en el penultimo episodio, cuando la máquina le muestra a Finch que habría sido del mundo y de los protagonistas de no haberse inventado nunca su máquina.

Quienes si me encantaron desde el primer momento, quizás por su misticismo y por lo poco que se mostraba de ellos, fueron tanto Elias, uno de los personajes más nobles (a pesar de la maldad innata que posee) de la serie, y sobretodo Greer, quien ha sabido interpretar a la perfección en los últimos 3 años de la serie a uno de los grandes antagonistas de la misma.

No quería dejar pasar la oportunidad de hacer mención también a la magnífica banda sonora de la que ha gozado la serie, desde sus temas compuestos exclusivamente para la misma hasta los temas prestados de otros artistas que han servido para despedir las temporadas de manera magistral y que ha tenido nombres propio como el gran David Bowie con su “I’m afraid of the americans”, The Rolling Stones y su “Gimme Shelter”, Radiohead y su “Exit Music”, Pink Floyd y su “The Machine” o a Philip Glass con su tema a piano “Metamorphosis One” (los que somos grandes amantes de Battlestar Galactica seguro que esbozamos todos una sonrisa al escuchar los primeros acordes) que ha servido para despedir la serie de manera magistral.

Es una pena que una serie que nos ha sabido entretener tantísimo termine justo cuando mejor está, pero viendo el lado positivo también es verdad que mejor irse por todo lo alto, como lo ha hecho, que continuar con historias vacías o repetitivas para llegar a cansar a la gente y despedirse cuando la audiencia empieza a resentirse. No ha sido el caso de Person of Interest, que tuvo un inicio bastante irregular pero que supo reinventarse a si misma hasta convertirse en una de las series más entretenidas del momento, y porqué no, de la historia. Seguiremos vigilando.