Reseña: ‘Paul’ (2011)

Los inseparables Simon Pegg y Nick Frost vuelven a la carga con una comedia de ciencia-ficción

Ficha técnica

Título: Paul
Título Original: Paul
Director: Greg Mottola
Guión: Nick Frost, Simon Pegg
Música: David Arnold
Fotografía: Lawrence Sher
Productora: Coproducción EEUU-Reino Unido; Universal Pictures / Relativity Media / Working Title Films
Año/País: 2011 / USA
Duración: 103 min.
Género: Comedia. Aventuras. Ciencia ficción | Extraterrestres. Road Movie. Amistad
Reparto: Nick Frost, Simon Pegg, Kristen Wigg, Jason Bateman, Bill Hader, Sigourney Weaver
Web oficial: http://www.quienespaul.es/
Enlace IMDB: http://www.imdb.com/title/tt1092026/

Sinopsis

Aventuras de dos frikis ingleses que viajan hasta la Comic Con y, después, decidirán ir hasta el Área 51. En su camino se encuentran con un pequeño alienígena llamado Paul que necesita que le presten ayuda para escapar del Gobierno y, también, para encontrar el camino de regreso a su hogar.

Crítica

Cuando supe que Simon Pegg y Nick Frost iban a protagonizar una comedia de ciencia-ficción con un alien que llega a la Tierra en plan E.T, las dudas se apoderaron de mí. Ya no era la frikada, sino lo pretendidamente gracioso que se vendía el producto, la causa de tan malas sensaciones. Afortunadamente, todos esos prejuicios desaparecen al poco de sumergirte en esa disparatada road movie titulada Paul. Y sí, es rollo E.T, pero con un alien que le da al alpiste y que habla mejor que cualquier ciudadano de a pie. Si al tal Paul le dijeras aquello de: “Mi casa, teléfono”, éste te respondería de buen rollo soltando un taco. En realidad la cinta rezuma precisamente eso: buen rollo. Y es gracias a la complicidad entre los actores que sorprendieron hace años con su ópera prima, Zombies Party. En ella, estos ingleses políticamente incorrectos parodiaban las pelis de zombies, pero mejorando la mayoría de títulos supuestamente serios o terroríficos que alberga dicho subgénero.

La historia de Paul arranca cuando los dos amigos llegan a la Comic-Con de San Diego y se acercan a un stand en el que un famoso autor de ciencia-ficción está firmando ejemplares de su última obra. El rubio, Simon Pegg, es un ilustrador iconoclasta que no se come una rosca; El moreno, Nick Frost, es la perfecta radiografía del lector de cómics medio. Y por supuesto, no se come una rosca. Un estereotipo, sí, pero sin carácter ofensivo. Además, ha escrito una novela cuya portada alegra la vista del ilustre escritor. “Vaya, tiene tres tetas. Muy bueno”, señala este último. Luego, durante el camino de vuelta, se cruzan con un alienígena que dice llamarse Paul y necesita que lo escondan de sus captores, liderados por Sigourney Weaver. La diversión, pues, está servida. Y es que, el director Greg Mottola (Supersalidos) no se limita a regodearse en el gag o el chiste fácil (que los hay), más bien al contrario. Captura con buen pulso la esencia de los personajes, enlaza el relato sin falsas pretensiones. Estamos ante un filme que disfruta siendo lo que es: evasión en estado puro. Un acertado producto sobre la amistad y la cultura pop.

Tampoco me olvido de la presencia de una actriz cuyo nombre ha cobrado mucha fuerza en los últimos tiempos. Kristen Wiig (a la que veremos próximamente en La boda de mi mejor amiga) completa de manera notable el reparto. Los dos protagonistas demuestran nuevamente sus dotes de cómicos. El estilo del humor inglés, también. Al fin y al cabo son los culpables de que nos transportáramos a un inhóspito pueblo de la campiña inglesa, en donde entremezclaban el humor negro con la comedia, valga la redundancia, negra. Me divertí mucho viendo Arma Fatal, y sospecho que estos tipos tienen cuerda para rato.

Nota: 7/10